Rompo la línea de artículos teóricos para dedicarle el presente a Peter Falk y al personaje que interpretó durante tantos años, un personaje me ha fascinado desde pequeño, el teniente Colombo.
Si Colombo hubiera sido mago, no habría sido un gran mago de escena con ostentoso traje, sino más bien mago de cerca, de los que ganan en las distancias cortas.
Si Colombo hubiera sido mago, se habría valido de su torpeza despistante. Gracias a ella, los espectadores habrían abierto los ojos atónitos ante inesperados milagros.
Si Colombo hubiera sido mago, no habría usado florituras, sólo juegos sencillos, bien presentados y con gran impacto final donde el espectador no habría tenido más remedio que “rendirse”.
Si Colombo hubiera sido mago, no habría tenido “hecklers”. Su aspecto y actitud inofensiva habría hecho bajar la guardia de los espectadores más impertinentes.
Si Colombo hubiera sido mago, se habría centrado en el espectador, expresándole su afecto y admiración, construyendo el juego a partir de él.
Si Colombo hubiera sido mago, se habría valido de falsas pistas para confundir el análisis más rebuscado de los espectadores.
Si Colombo hubiera sido mago, tras cada actuación le habría preguntado a algún espectador (con su habitual pesadez) cómo creía que había hecho los juegos. Así hubiera ido descubriendo cómo piensan los espectadores profanos, aplicando dicho conocimiento a su magia.
Si Colombo hubiera sido mago, habría domeñado su ego tras el viento de los aplausos. Simplemente se habría sentido contento por haber hecho un trabajo “profesional”.
Si Colombo hubiera sido mago, sus actuaciones siempre habrían durado un poco más de lo previsto. Cuando pensases que habías visto el último juego y lo vieras alejarse, entonces él se daría la vuelta, te diría que se le había olvidado hacer un determinado juego y te lo haría. Entonces ese último juego te dejaría un impacto especial, definitivo.
Y luego se marcharía definitivamente, o no…
A Peter Falk. Descanse en paz.
Si Colombo hubiera sido mago le gustaría ser como Mariano!
ResponderEliminarUna "magistral" clase de magia con gran dosis de humor e ironia.
ResponderEliminarMariano, bienvenido al mundo de los que escojimos una senda que no tiene retorno.
Si Colombo hubiera sido mago, seria eso. un gran MAGO, pues su agudeza, escrupulosidad en el analisis de la situacion e inteligencia no le permitirian ser un gran ilusionista, tendria la necesidad de dar un "paso" mas.Su personslidad es tan fuerte que jamas su forma de vestir seria "elegante" o con frack (eso lo dejaria para los que no tienen personalidad).
ResponderEliminarBuenisimo, me recordó al capítulo en el que el asesino era un mago xd
ResponderEliminarEs cierto. Lo irónico del capítulo es que sólo averiguó lo justo del método secreto del mago como para demostrar su culpabilidad, al tiempo que expresaba reverencia por los demás secretos que decía ser incapaz de penetrar.
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