lunes, 5 de agosto de 2013

INTUICIÓN VERSUS TEORÍA por Mariano Vílchez


Recuerdo la primera vez que Luis Arza me invitó a dar una pequeña charla sobre teoría en el Continental, un pub granadino donde han tenido lugar numerosas y sustanciosas reuniones mágicas a lo largo de estos últimos años.

Luis había detectado mi obsesión por la teoría y me retó a dar una charlita para hablar de los que eran mis primeros conceptos teóricos recopilados por aquel entonces.

Al final acudió muy poca gente a la cita. Recuerdo principalmente la presencia de Luis Manuel, la de mi compañero de sesiones Voty y especialmente la de Paco Rodas.

Paco había acudido a la reunión con cierta reticencia, pues no era de entrada muy amigo de la teoría, sino más bien del aprendizaje por la práctica, el ejercicio de la observación y, sobre todo, el sentido común.

En tal situación empecé a enumerar a trocho y mocho un montón de conceptos (hoy en día no daría una charla así, si acaso unos 7 principios por conferencia) y  don Paco empezó a poner una pega tras otra ante los tecnicismos y los nombrecitos de los cojones.

Armándome de paciencia (y también por cuestión de ego personal, lo confieso), insistí en la eficacia de cada principio, citando ejemplos cada vez más concretos de su aplicación en determinados efectos.

De pronto, para diversión del siempre jocoso Arza, se hizo la luz. Paco empezó a reconocer los conceptos, citándome cómo los aplicaba él en su magia. ¡Y no sólo eso, sino que además me dio el nombre peculiar y campechano que él mismo le daba a muchos de ellos!

Y es que, por su experiencia, tenía asimilados muchos de los principios a nivel inconsciente. Creo poder asegurar que realmente disfrutó sintiendo  cómo esas burbujas de saber salían del fondo del océano hasta la superficie del mar, y ello sólo por el hecho mágico de nombrarlas.

Desde ese mismo momento la conferencia fluyó.




En artículos anteriores siempre he vendido la teoría como algo estupendo.

Sí. Es cierto. Conceptualizar nos vuelve conscientes. Entendemos lo que hacemos y por qué funciona. Y además podemos aplicarlo a más campos pero…

¿Y si la intuición por sí sola fuera suficiente?

¿Y si una extensa experiencia mínimamente reflexiva como magos bastase para adquirir intuitivamente (y a nivel inconsciente) todos los conceptos necesarios para optimizar nuestros efectos, sin tener ni pensar nunca en teoría?

La intuición efectiva se desarrolla con la repetición, actuando una y otra vez, repitiendo los mismo efectos reiteradamente, atentos al feedback del público y reflexionando tras cada envite con el público profano, tomando nota de lo que funcionó y de lo que no, pero sin la necesidad absoluta de buscar los porqués.

El profesional mínimamente reflexivo llega a optimizar teóricamente su repertorio a base de repetir, de ensayo y error, y de la posterior reflexión de lo que funcionó o de lo que no, para descartar o incorporar, de modo que la teoría en realidad no le es imprescindible.

Ascanio decía que un mago profesional era aquél que hacía los mismos juegos a mucha gente, mientras que el aficionado iba variando los juegos para la misma gente.

Quizá por ello, el amateur o aficionado puede en ocasiones tener un repertorio mayor de efectos que, sin embargo, no llega a terminar de pulir con el público. Hace unos efectos a sus amigos y cuando éstos ya los conocen, les  hace otros, abandonando los primeros a medio camino de su evolución.

Entonces, al no tener nunca la certeza del pulido del público, el amateur busca con ahínco esos principios teóricos con los cuales sueña acortar el camino del ensayo y error, imaginando que una elaborada teoría le permitirá redondear un efecto en un espacio muy corto de tiempo. Con esa ilusoria creencia empecé yo mi peregrinar en el camino de la teoría.

Por ello, a pesar de todas mis loas a la divina teoría, al final no tengo más remedio que reconocer que en realidad tiene una serie de limitaciones serias que no podemos dejar de considerar. He aquí tres de las más importantes, según mi punto de vista.

1. La teoría está subordinada a la intuición. El conocimiento de la teoría no puede suplir una intuición deficiente por falta de experiencia con el público. Si no se tiene un mínimo de rodaje mágico, en el que se han probados varios efectos ante profanos, tomando nota del éxito o fracaso, de lo que funciona y de lo que no, entonces estudiar teoría no nos va a servir de nada.

Por ello, en mi humilde opinión, no tiene sentido estudiar teoría en la fase de iniciación a la magia, cuando el aprendiz se enfrenta a sus primeras técnicas y efectos. Tendrá que pasar un cierto tiempo de aprendizaje, de probar sus primeros efectitos ante amigos y familiares, antes de poder revelarle sus primeros conceptos estructurales (paréntesis de olvido, acción de continuidad aparente, corroboración del efecto, falsa proximidad,etc).

2. La teoría no es necesariamente creativa. A veces no te lleva a ninguna solución. Si acaso te alumbra, una vez la has encontrado, para corroborar que la solución hallada puede ser efectiva e incluso permitirnos indagar en las razones de su eficacia, pero siempre a toro pasado.

Y es que la creatividad es sobre todo producto de la necesidad. Y realmente es la necesidad la que acompaña la vida del profesional que tiene que rodar sus juegos hasta al límite para que funcionen con un público real en contextos variados.

En un artículo previo conté cómo Al Schneider, al realizar un efecto donde hacía desaparecer un salero envolviéndolo en un papel, experimentaba cierta frustración, al no notar el esperado impacto en el público en el momento del clímax. Un día en una actuación, le dio un golpecito con el índice a la bola de papel que salió disparada de la mesa dirección al público. El golpecito desencadenó un gran aplauso y terminó de redondear el efecto. A partir de aquel día, Al Schneider siempre incluyó el golpecito al final de la rutina.

La cuestión es que fue la necesidad disfrazada de casualidad la que hizo que el creador del matrix diera con el toque definitivo que requería la rutina. Aunque a posteriori pudiéramos explicar que la razón teórica de que ese golpecito funcione estriba en que supone una corroboración inmediata del efecto y un encore liberador del aplauso, no quita para que admitamos que, con la pura teoría, no habríamos llegado a la solución, si no es porque las sucesivas actuaciones frustradas de Al Schneider lo llevaron a un punto en el que saltó la chispa creativa de un modo inconsciente, de modo que, como reza el dicho, al final la inspiración le llegó trabajando.

3. Las técnicas estructurales o psicológicas deben aplicarse cuando sean intuitivamente relevantes, y no sistemáticamente, cual dogmas. Es más, la aplicación de tales principios no sólo dependen de lo que demanda el efecto en su construcción, sino también del estilo del mago que puede optar por aplicar uno y prescindir de otro, según su personalidad, su forma de ver la magia y, en definitiva, según su estilo.

Que las especias de una comida potencien el sabor no justifica que se las use todas a la vez, sino sólo las que el chef estime que la van a ir bien a un plato en cuestión, y no sólo a ese plato a nivel general, sino al toque distintivo que quiere aportarle según su estilo y preferencias.




Llegados a este punto, ¿tenemos que afirmar que la teoría no les sirve de nada a los profesionales que llegan a optimizar un juego por experiencia de repetirlo muchas veces ante público real?

Mi respuesta es negativa.

La teoría puede servir tanto a los profesionales, a los semiprofesionales como a los aficionados que actúan con cierta frecuencia. Y ello por tres razones fundamentales.

1. Todos ellos pueden llegar a sentir de inmediato que el concepto es operativo y funciona precisamente por su propia experiencia, tal como le sucedió a Paco en la anécdota descrita. El entender intuitivamente que el concepto es correcto y que funciona nos va a ayudar a aplicarlo mejor.

Al volvernos conscientes de él, al ser capaz de nombrarlo, vamos a ser capaces de aplicarlo con más eficacia aún e incluso puede que averigüemos que ya teníamos un nombre nuestro para el principio, como le sucedió a Paco con alguno de los conceptos de los que hablé aquel día.

2. El teorizar tras la intuición afina la intuición en sucesivos usos de la misma. En otras palabras, plantearse por qué una opción intuida funciona a nivel teórico (siempre se teoriza a posteriori) permitirá que nuestra intuición sea más fiable en el futuro.

Con el tiempo, podremos incluso seguir nuestras corazonadas sin pararnos siquiera a analizarlas porque sabremos –sentiremos- que la opción preferida es realmente la más efectiva. Ello hará que el camino para llegar a pulir un juego de un modo aceptable -todo es perfectible en última instancia- se acortará, y no necesitaremos tanto tiempo de ensayo y error para llegar a nuestro objetivo.

3. Estudiar teoría a un nivel avanzado nos revelará conceptos y principios nuevos e inesperados que ni siquiera manejábamos a nivel intuitivo, pudiendo, gracias a ellos pulir, y rodar un juego hasta niveles, detalles y matices insospechados.

Por ello, a pesar del supuesto del que partíamos a principio del artículo, en realidad, me atrevo a afirmar que el profesional que además estudie teoría, al final llegará a pulir aún más sus efectos, consiguiendo con el tiempo un mayor impacto de su repertorio frente a público real.




Moraleja: Paco, como tú siempre bien decías, “Mariano, me vas liando y al final siempre barres pa lo tuyo”. Y efectivamente, eso es lo que hecho una vez más, aunque, de paso, también te diré que en esta ocasión había además una intención oculta y principal: la de dedicarte este artículo.

Un abrazo, maestro.



23 comentarios:

  1. Pensar siempre es útil pero no siempre efectivo: a veces nos sirve para avanzar, otras para retroceder. Este es el caso, donde hemos retrocedido hasta los inicios de la magia que surge a partir de esta hipótesis, por tanto este artículo nos sirve para conocer la historia de la magia, no tanto para optimizarla.

    Hacer magia sin tener una base teórica es lo menos mágico que conozco. La magia como arte o disciplina o como queráis llamarla (que es lo de menos), tiene una trayectoria de miles de profesionales y miles de años que no podemos saltarnos de un día para otro. Con esto me refiero a que no vamos a redefinir la magia ni cómo hacerla porque es absurdo.

    Creo que la magia hay que cuidarla y mimarla justo desde su parte teórica para evitar dejar de hacer magia cuando comenzamos a actuar. Está bien replantearse todo en esta vida, pero más que gastar el tiempo en crear de nuevo la magia como arte o disciplina, creo que el foco de atención sería ver qué falla hoy en día que antes no fallaba, estudiar la evolución de la sociedad y adaptar nuestra magia a ésta y con ello evolucionar y no involucionar con aportes que nada aportan a nuestra tan querida y estimada magia.

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  2. "Hacer magia sin tener una base teórica es lo menos mágico que conozco". Esta es una de las frases mas inteligentes que he leído en los últimos tiempos y no puedo estar mas de acuerdo. Aunque Anónimo también se da cuenta que esa base teórica sigue siendo insuficiente para que el efecto se produzca.
    Hay también una fuerte carga emocional en ese pensamiento "siempre útil pero no siempre efectivo" de Anónimo. ¡Que hermosa idea el adaptar la magia a la evolución de la sociedad!.
    ¿Pero que pasa cuando involuciona, como ahora?. Ahí es donde yo creo que la magia tiene la obligación de transformar la sociedad despertando su conciencia dormida a la Realidad Metafórica.
    Porque es precisamente cuando esa Realidad se olvida, para después negarla, cuando la involución comienza a ser irreversible.
    Gracias Mariano por seguir rompiéndote la cabeza contra tus conceptuales molinos de viento

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  3. Tengo que reconocer que este artículo me dejo descolocado pues nunca me imaginé que reflexiones como esta pudiesen salir de tu boca.

    Partiendo de que la intuición de una persona no cambia por que tenga una base teórica detrás en sus comienzos mágicos ¿no crees que la carencia de teoría le puede llevar por mal camino?, le puede llevar a convertirse en un truquero sin retorno y sobre todo si se repite varias veces (se ensaya), solo hay que mirar a nuestro alrededor para darse cuenta que esto ocurre.

    No me puedo imaginar que hubiese sido de mí si en mis pinitos en el mundo de los toros me hubiesen dado un capote y me soltasen delante de un torito y cuando pasase esa experiencia me empezasen a enseñar como se maneja el capote.

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  4. Querido anónimo,

    Sin duda me he expresado mal, pues el artículo no es más que el ejercicio intelectual de cuestionar una de mis pasiones más férreas, la teoría mágica, en un intento de averiguar sus puntos flacos para ver a qué conclusiones llegaba.

    Creo que al final queda claro que abogo por la teoría, sería tirar piedras sobre mi propio tejado el no hacerlo así. Eso sí, este ejercicio me ha ayudado a encontrar alguna que otra debilidad inherente a la teoría, aunque compensable por una adecuada y mínima praxis.

    Una de las cuestiones planteadas era si un mago avezado y experimentado podía llegar a hacer un ilusionismo digno prescindiendo total de teoría, es decir sin leer nada de la misma ni plantearse concepto estructural alguno.

    Y sí, aunque muchos ilusionistas que prescindan por completo de la teoría pueden adolecer de deficiencias notables en sus construcciones, otros muchos sí que construyen aceptablemente, aplicando principios teóricos por intuición, a veces sin ser conscientes de lo que hacen, fruto de su experiencia, de ensayar y errar, de tomar nota de las reacciones del público, así como de observar a otros magos más sabios en ese sentido, que también aprendieron intuitivamente o quizá si estudiaron teoría a su vez.



    Aunque para mí (como intuyo que para ti) la teoría es algo esencial, no olvidemos que de los cientos de magos a lo largo en la historia que han transmitido su saber a través de textos escritos, lo han hecho sobre todo de efectos y métodos. No hay tantos escritos sobre planteamientos y conceptualizaciones teóricas (a ver cuántos libros de teoría a lo largo de la historia podemos rescatar para nuestra librería en comparación con los demás). Tampoco hay muchos magos o ilusionistas que se los han leído. Me temo que la puñetera realidad es que muchos ilusionistas se las han apañado sin la teoría a lo largo de los siglos y aún hoy lo siguen haciendo. Otra cosa es lo que se pierden y todo lo que les podría enriquecer.

    Voy más lejos aún, para mí la teoría importante y seria comienza con las conceptualizaciones de Ascanio acerca de la construcción. Estamos hablando de sólo tres décadas con esos conocimientos a nuestra disposición, una gota de agua en el océano en comparación con los cientos de años que lleva evolucionando el ilusionismo. Y sin duda también se hizo buen ilusionismo antes de la llegada del maestro Arturo.


    Estoy de acuerdo en que hay que adaptarse al público de nuestro tiempo. Si quieres mi visión al respecto, te diré que, por un lado se trata de un público sofisticado, muy bien informado y/o con facilidades para acceder a la información democratizada por Internet. Conoce secretos y trampas de ilusionismo y puede acceder a muchos de ellos con bastante facilidad. Por otro lado, me parece que hay también muchas personas que tienen sed de algo más que de una magia vacía de contenido, que buscan una experiencia de asombro y también un contenido, ideas, inspiración, nuevos enfoques, replanteamientos, corroboración de sus valores, otras visiones de la vida.

    Eso nos deja dos campos de actuación:

    1. Seguir puliendo nuestra magia a nivel teórico, con conceptualizaciones cada vez más eficaces y seguir creando métodos cada vez más efectivos y sofisticados para ir por delante de un público cada vez más informado, batalla que a la larga parece estar perdida de antemano, el tiempo lo dirá.

    2. Si no crearla de nuevo, como dices, sí al menos cambiar su enfoque. Buscar que exprese algo hermoso, valioso, enriquecedor, que sacie la sed de los espectadores, de modo que no sólo sea bella y asombrosa, sino además profunda, satisfactoria, espiritual y hasta metafísica.

    Esta es la vía propuesta desde hace décadas por Luis García.

    Gracias por tu comentario.

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    1. Me ha encantado tu punto 2. ese es, al menos a mi me funciona. el modo en que el publico se "cae" al bolsillo del Mago.

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  5. Don Luis Arza,

    Me sorprende haberte descolocado, pues no es fácil hacerlo.

    Reitero lo que le dije a Anónimo. Sin duda me he expresado mal. Efectivamente el estudio de la teoría puede apartar al estudiante del mal camino y de muchos peligros, principalmente el de no llegar a hacer la mejor magia que le es posible.

    Nuestro punto de enfrentamiento no radica ahí, sino en cuándo se debe iniciar al principiante en la teoría.

    Por mi parte creo que habría que esperar un cierto tiempo, semanas, días, dependiendo de la personalidad y modo de pensar del chaval en cuestión. Un alumno con menos inteligencia abstracta requerirá más tiempo, una mente analítica con facilidad para entender conceptos y relacionarlos podrá beneficiarse de ella casi enseguida.


    Creo sinceramente que la teoría, tal y como decía Gabriel Moreno a propósito del ensayo, hay que ganársela. El neófito tiene que tropezar un mínimo sin la luz teórica en sus titubeantes comienzos para que luego pueda valorarla y hasta entenderla en su necesidad y eficacia.

    No se puede pensar fuera de la caja sin haber estado primero dentro de ella ni se puede abstraer sin antes haber experimentado mínimamente lo concreto.

    Cuanto te enfrentaste al torito, no te enseñaron teoría del toro, ni a interpretar sus intenciones, ni tipos de distancia ni otros aspectos teóricos de la tauromaquia que sólo a un matador que aspira al arte estudia y maneja.
    Tú mismo lo has dicho. Te enseñaron a “manejar” el capote, como tú enseñas a “manejar” un doble lift o una cuenta emsley en los inicios cuando el chaval se va a lanzar por primera vez a su pequeño ruedo. Bastante tenías con dar cuatro pases y salir ileso la primera vez como para preocuparte de teorías.

    Lo mismo que un chaval que hace un juego por primera vez a sus colegas, lo único que quiere es que no le pillen el truco y quedar medio bien, además con bastante miedo de cagarla. En ese punto no hay teoría que valga. Una vez pasado ese punto, ya hablamos.

    De todas formas, tu magisterio de muchos años te da en este tema y muchos otros una visión muy superior a la mía. Como bien dijo Anónimo, pensar es útil aunque a veces poco efectivo y aquí tal vez esté yo totalmente equivocado.

    Te agradezco una vez más que te hayas dignado entrar en esta ventana mía promoviendo, como siempre, un esclarecedor debate.

    Abrazo.

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  6. Maestro Luis,

    Siempre es una alegría tener contacto contigo y más de forma inesperada en esta ventana virtual.

    Siento decir que no comparto ese cierto pesimismo tuyo en cuanto a la visión involutiva de la humanidad. Mi perspectiva es otra. Cada vez veo a más gente con una mayor consciencia, gente que busca vivir en paz, cuidar del planeta, gente que se cuestiona lo establecido (lo que ya no vale por estar obsoleto) y busca un bien común y más elevado.

    Realmente confío en que, gracias al arte, a la filosofía, a la democratización de la información y a la facilidad de comunicación de estos tiempos, al final terminará por darse una progresiva y benefactora transformación de la humanidad, coincidiendo con esta tan anunciada era de acuario.

    Y, por supuesto, también creo que la Magia con mayúsculas puede llegar a cumplir una función importante, poniendo su granito de arena para avanzar en dirección a este buen cambio.


    Comparto totalmente contigo la idea de que los fundamentos teóricos de la magia deben seguir perfeccionándose tanto a nivel de construcción y escenificación como a nivel de su uso como vehículo para expresar algo más que sí misma (creo que esto te suena de algo).

    Por ello seguiré rompiéndome la cabeza luchando contra mis conceptuales molinos de viento, aunque todavía no he perdido esos kilos que me sobran y a día de hoy soy más Sancho que Quijote.

    Un abrazo.

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  7. Incansable Mariano
    Para identificarte formalmente mas bien con Sancho, eres bastante idealista. Yo, que ya no tengo ningún kilo de mas, soy mas Sancho en la visión de la Realidad.

    Le diría a mi señor D. Quijote que esa gente de elevadas miras y alto grado de conciencia es una minoría minoritaria frente a la avalancha de hordas ignorantes y aborregadas, zombis en estado puro, que llenan cada día el Obradoiro, y que según la ley de los Grandes Números, es una muestra suficientemente representativa de la sociedad occidental (aunque esto requeriría una matización mucho mas cuidadosa que no es el caso hacer aquí)

    Para ver (saber sin ningún género de dudas) que la involución progresa exponencialmente, solo hace falta mirar sin prejuicios. Lo sabe el mendigo Fernando, que trabaja en la puerta de mi súper habitual, lo sabe el Postalero Javier que se busca la vida en la Plaza, la Bruja Carmen que hace la estatua en el Obradoiro...

    Lo sabe cualquiera que mire desde un estado de conciencia despierta, pero como muy bien sabes desde tu conceptualización teórica, lo mas difícil siempre es ver lo evidente, lo que está realmente delante de nuestras narices, como los grandes maestros alquimistas han repetido hasta la saciedad.

    Ser Quijote con aspecto de Sancho no tiene buen futuro. La recíproca es mucho mas interesante. Piénsalo.

    con afecto
    Luis

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  8. Señor Mariano, soy seguidor de este blog desde hace tiempo y viendo su trayectoria del blog, este ultimo articulo y los comentarios suyos en el mismo coincido con el maestro Arza en que me ha descolocado pues defiende cosas contradictorias por lo que quisiera hacerle la siguiente pregunta para aclararme, segun usted para un principiante ¿es bueno o malo estudiar teoria? y ¿porqué?.
    Gracias de antemano por permitirme participar en esta tertulia.

    Otro anónimo tertuliano seguidor de la magia metaforica.

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  9. Yo le voy a contestar a usted, sr Anónimo:
    Lo que debe hacer un principiante es buscarse un buen maestro y seguir sus indicaciones sin rechistar y no infiltrarse en un debate que no está a su altura. Tengo que comunicarle algo importante al sr Mariano y me he tropezado con su impertinente pregunta que sin duda contestará, porque el es un ciudadano educado y tiene mucha paciencia, pero yo trabajo en la calle y ni soy lo uno ni tengo la otra.

    Si al general Franco se le hubiese ocurrido cargarse a 500 manifestantes (que sepamos) Europa saltaba instantáneamente a su garganta.
    Los últimos fusilamientos del franquismo los viví con Tamariz, siguiendo las informaciones de las emisoras extranjeras y las oleadas de manifestaciones que se produjeron en Europa.
    Y eso que eran crímenes que tenían una cobertura legal.

    Ahora aquí no se mueve ni dios, y menos en vacaciones.
    El régimen democrático está muerto.

    Lo estaba cuando yo lo anuncié hace años en mis guiones metafóricos
    pero ahora es tan evidente que hay que ser ciego para no verlo, no tener olfato para no oler su podredumbre y vivir en una realidad ficticia para no enterarse.

    Lamento mucho que la realidad del telediario corrobore de forma tan dramática mis apreciaciones.

    Te comunico en primicia que Arza tiene ya el borrador de un artículo, que se publicará en tertulias proximamente, que partiendo de la nueva realidad que hay que asumir, plantea una revolución radical de la concepción mágica, antes de que aparezca en el telediario el señor de la corbata diciendo: "queridos ciudadanos, aquí se acabó el recreo".

    Al fin y al cabo eres un buscador de imposibles, así que seguiremos en contacto.



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  10. Querido Anónimo,

    No es cuestión de que sea bueno o malo estudiar teoría. La cuestión es de si resulta útil, de si realmente al recién iniciado le va a servir para algo.

    Releamos el párrafo que ha dado lugar a la mala interpretación:

    "Por ello, en mi humilde opinión, no tiene sentido estudiar TEORÍA en la fase de iniciación a la magia, cuando el aprendiz se enfrenta a sus primeras técnicas y efectos. Tendrá que pasar UN CIERTO TIEMPO de aprendizaje, de probar sus primeros efectitos ante amigos y familiares, antes de poder revelarle sus primeros conceptos estructurales (paréntesis de olvido, acción de continuidad aparente, corroboración del efecto, falsa proximidad, etc)."

    En primer lugar, cuando hablo de "teoría", estoy hablando de conceptos estructurales como los que se enuncian en este blog (atisbo, falsa proximidad, acción, restricción liberada y otros muchos que aún no se han incluido (falsa complicación, acción sedal, autoconvencimiento, etc.).

    NO estoy hablando de decirle al alumno “relájate al mezclar, afloja las manos, etc”, pues eso son indicaciones y consejos de manejo y eso sí hay que hacerlo desde el principio como sin duda ha hecho contigo tu maestro Arza.


    En segundo lugar, la expresión “un cierto tiempo” no habla de meses ni de años. Podemos estar hablando de unas semanas o de unos días, dependiendo del alumno en cuestión. Si se trata un alumno analítico con buena capacidad para la abstracción, entonces este tiempo puede acortarse enormemente. Si nos enfrentamos un alumno menos dotado para ella, entonces hay que ir de un modo más paulatino.

    Partiendo de que no tuvieras experiencia previa (pues desconozco tu edad y recorrido personal, si leíste sobre magia antes de tener maestro, etc), cuando tu primer maestro te inició, no es probable que en tus primeros días te hablase de reserva de eficacia, de atisbo, de autoconvencimiento, de falsa proximidad o de falsa complicación, y no porque no manejara tales conceptos, sino porque se requiere un rodaje mínimo para llegar a entender cómo y por qué funcionan.

    No se puede hablar a un alumno recién iniciado de autoconvencimiento cuando, al empezar a probar efectos con los amigos, no va a poder evitar caer en la sobredemostración, en aclarar que las condiciones son lícitas para hacer valer su efecto. Es más, no va entender que ciertos detalles y manejos mínimos puedan hacer asumir ciertos hechos a los espectadores. Es algo que requiere experiencia y madurez mágica.

    Tampoco podemos hablarle a un chaval que sólo lleva unas pocas semanas de falsa proximidad cuando lo que tiene que hacer en sus primeros efectos es precisamente evitar todo manejo sucio que conlleve una proximidad sospechosa.

    ¿Y cómo vamos a venderle a ese chavalín que induzca a los espectadores a que le compliquen la vida en un efecto con una falsa complicación para potenciar el efecto final, cuando lo único que quiere al principio es que le salga el juego y no le pillen el truco? ¡Para complicarse la vida que está la cosa!

    Todo lleva su tiempo. Todo requiere una maduración.


    En cualquier caso, si sigues el blog por propia inclinación, si vas siguiendo y asimilando los conceptos que salen en él, ya estás mostrando tu disponibilidad para la teoría. Si es así, sigue disfrutándolo y aprendiendo de ella.

    Gracias por tu comentario.

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  11. Señor Mariano, sin animo de polemizar con usted que creo que lleva mas tiempo que yo en esto me ha vuelto a descolocar con su respuesta, voy a intentar aunque sea torpemente de explicarme refirirendome textualmente a dos párrafos de su intervención que le pongo a continuación: "no tiene sentido estudiar TEORÍA en la fase de iniciación a la magia, cuando el aprendiz se enfrenta a sus primeras técnicas y efectos. Tendrá que pasar UN CIERTO TIEMPO de aprendizaje, de probar sus primeros efectitos ante amigos y familiares," Y mas adelante dice usted: " En segundo lugar, la expresión “un cierto tiempo” no habla de meses ni de años. Podemos estar hablando de unas semanas o de unos días, dependiendo del alumno en cuestión"

    Intentando no dexcontestualizar las dos frases llego a la conclusion que con un mes de iniciacion a la magia (usted dice menos) ya se está capacitado para hacer algún "efectillo entre amigos y familiares".
    No le voy a quitar la razón pero permitame que discrepe totalmente de ello pues desde mi humilde entender ese camino solo lleva a sacar el master de truquero (como dice el maestro Arza)

    Maestro Luis García, ha sido un gran honor para mí que se haya dignado a responderme a mi pregunta, su libro de mensajes que me recomendó Arza es uno de los libros que mas me hicieron entender la diferencia que existe entre magia e ilusionismo.Espero que algún dia podamos conocernos.

    Gracias Mariano por dejarme dar mi opinion en este foro y la proxima escapada que haga a Andalucía, mas concretamente a La Peza intentare que podamos disfrutar de una agradable y esclarecedora tertulia.

    Un tertuliano seguidor de la magia metaforica.

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  12. Estimado anónimo,

    Me parece estar oyendo a tu maestro Arza en tu discurso tanto en su contenido como en su habilidad sofística para detectar debilidades y contradicciones en el discurso del otro. Por mucho que uno admire a su maestro, uno debe seguir su propio camino e intentar ser original como sin duda tu maestro lo es.

    Yo NUNCA dije en mi respuesta que un alumno estuviera capacitado en un mes para hacer un efecto de un modo perfecto ante amigos y familiares . Hablo de "probar" efectos, de echarle cojones y enfrentarse a los primeros tropiezos y de ir tanteando las reacciones que se van obteniendo.

    Si tuviéramos que esperar que nuestra magia fuera perfecta antes de salir a la calle, al final no haríamos nunca magia. Y si la hiciéramos, siempre estaríamos con el regomello de si lo hago del todo bien y esa sombra crítica bloquearía toda nuestra audacia y creatividad a lo largo del camino. El idealismo del perfeccionismo mataría la magia.

    Al principio tenemos que tropezar, que cagarla a menudo, como la he cagado yo (y sigo cagándola a veces), como sin duda la cagó tu maestro Arza las primeras veces que hizo sus primeros efectos. Sólo a base de perseverar ante los errores y aprender de ellos, junto con la paulatina y periódica inyección teórica, podemos llegar a acercarnos a una magia digna.


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  13. Maestro Luis,

    Ser llamado idealista por un idealista maravilloso como tú es todo un piropo.

    Ser coherentes con nuestros idealistas principios y sistemas (que tú y yo sabemos encierran las mayores verdades) no quita para ser pragmáticos y realistas a la hora de ponerlos en práctica, de buscar contextos adecuados o adecuarlos nosotros mismos, de saber matizar y ser flexibles como resultado de escuchar a los demás. Creo que así se reconcilian los opuestos.

    Por otro lado, para mí todo es una cuestión de percepción, una percepción conformada por nuestras propias creencias, expectativas y puntos de vista.

    Si algún día llego al Obradoiro, sin duda tendré una percepción distinta a la que describes. Me embargará por ejemplo la belleza del lugar y la emoción de ver tu estatua y compartir contigo unas palabras y una sonrisa cómplice, tal como te sucedió con aquel chaval que hace poco te pidió que le firmases los mensajes.

    Y sí, vivo en una realidad ficticia, la mía propia. Pero es que creo que cada cual vive la suya.

    A veces hasta dudo de la existencia de una realidad exterior independiente del observador.

    Eso sí, percibo como tú que la democracia está seriamente tocada.

    Estaré pendiente de ese próximo artículo tuyo (a ti sí que se te puede calificar de "incansable") y cuidaré dieta y ejercicio.

    Abrazo.

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  14. Irreductible Mariano

    Si ese hipotético día de tu visita al Obradoiro fuese hoy, no podrías tener la emoción de ver mi estatua porque lo que hay es una masa de zombis que yo llamo turismo basura que solo ensucian todo con su presencia.

    La Bruja capta perfectamente esa sombra oscura que se adueña muchos día de la plaza. Ella si ve muchas cosas que los demás no vemos.

    Afortunadamente los dioses tienen piedad de mi y me envuelven con una niebla que me hace invisible, como Afrodita hizo con su amante Anquises, y puedo retirarme sin que nadie se entere.

    Una cosa es ser idealista, que es creer en la realidad de las ideas, y otra muy distinta no ver la realidad que uno tiene a su alrededor.

    Supongo que vivir en una realidad ficticia, que es la que nuestros dirigentes nos han preparado, es mucho mas cómodo que ver las cosas como son.

    Tal vez si modificas tu forma física empieces a ver una realidad infinitamente mas interesante que las ficciones que uno se monta para justificar sus kilos de mas.

    A Luis Arza le ha gustado el artículo que inicia la serie del Túnel del Tiempo. Y eso que solo ha leído un borrador muy imperfecto. Por otra parte Manu Montes ya tiene la segunda crónica del Mago, el perro con zapatos Martinelli.

    El fin de la magia metafórica requiere nuevos principios.

    Seguimos en contacto




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  15. Anónimo metafórico
    Lamento haber sido brusco con usted, pero se ha conseguido el objetivo.
    el Sr Mariano le ha contestado exhaustivamente, que es de lo que se trataba.

    Que la respuesta no halla satisfecho su inquietud ya es algo de lo que no soy responsable, y comprenda que es un tema entre usted y el Sr Mariano.

    Agradecerle también que entienda que este tono irónico es puro formalismo que podría modificarse en cualquier momento.

    Un atento saludo
    Luis García


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  16. Buenas a todos. Aunque ya decidí no participar en debates que no sean en persona, voy a hacer unos pequeños apuntes. Lo ideal es que nos juntásemos como no hace tanto, y hablar durante horas. Recuerdo cómo se le quemaba el "chip" a Mariano con el juego de la carta a la cartera y como se convirtió en un converso je,je.
    "A mayor nivel de jerarquización mayor libertad".
    Esta frase es genial y es la contradicción en si misma. ¿Cómo puedo ser más libre si tengo que estudiar, estructurar y clasificarlo todo? ¡Por eso! Cuando eso me sirve para ver más allá ¡y ya no me haga falta! Cuando suba la escalera y después la tire tranquilamente. A veces me preguntan ¿cómo haces la mezcla falsa? ¡Yo qué sé! Solo mezclo y resulta que no se ha mezclado y cuando lo siento de otra forma, resulta que sí.
    La teoría siempre es necesaria pero no debe "esclavizar". El principiante debe partir desde la conceptualización de Ascanio gradualmente, como inicio no como meta. Si su visión en la magia desde el inicio es ese camino, no lo verá extraño y será sumiso del truco y a técnica. Serán solo unas piezas más. La técnica empleada durante siglos por los artistas marciales es la que dice el maestro Luis: busca un buen maestro y calla. Pero hoy día eso es tan difícil...
    La contradicción se guía por el contexto.

    Sobre la magia metafórica, se ha rizado el rizo y se han lanzado postulados que quizá habría que haber debatido o preparado primero, como pasó un poco con la magia ficcional, donde al final cayó por su peso. Se plantaron unas bases y se han querido crear nuevos caminos, buenos, pero todavía inmaduros. Como hemos dicho muchas veces, la magia es magia.Y todos los debates que se ven por ahí parten de que cada uno interpreta las cosas de forma distinta. Si no se sabe o no se quiere entender lo que es la realidad metafórica, poco se puede decir.
    Nos encontramos en un período de bruscos cambios y la libertad que creía tener está más en entredicho que nunca. Esa realidad es innegable y la realidad metafórica se hace más necesaria que nunca.
    No voy a justificar ni corregir si no me he explicado o no se me ha entendido. En persona o por email. ;)
    Abrazo!

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  17. No, que está bien lo de "probar" efectillos ante familiares o amigos. 2 personas se inician en la magia el 1 de enero de este año... en febrero tenemos 4 padres, 8 abuelos y más de 20 amigos hartos de TRUCOS de algo que esas personas llaman magia, que no es mágico porque estamos probando TRUCOS sin ninguna base teórica y que encima como estamos probando probablemente se les vean la mitad de las TRAMPAS. El resto del año, nada más que con esas 2 personas iniciándose tenemos más de 30 personas a las que ya no les interesa la magia... como encima sean primos y tengan que ir a la misma comunión junta, mi más sincero pésame al mago que le toque esa comunión porque tendrá a 30 personas no predispuestas a ver magia porque están HARTOS de las pruebas, cosa que habrán comentado con sus familiares y habrá un mago que ya puede ser Copperfield porque si no pobrecito de él.

    Pues sinceramente creo que así es como funcionan a día de hoy los magos nuevos y así es como está decayendo la magia con gente que se excita más haciendo un truco de magia y sintiéndose todo un campeón que estudiando y admirando el trabajo y el arte que hay detrás de cada juego mágico.

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  18. Hola Manu. Me alegro de volver a tener contacto contigo a través de esta ventana.

    Comparto algunas de tus reflexiones, otras, no tanto. No obstante, como deseas, seguiremos hablando y discutiendo en privado.

    ¡Abrazo!

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  19. Maestro Luis,

    No soy yo quien es irreductible, sino más bien mi ego intelectual que necesita continuamente afirmar y justificar su postura, no rindiéndose fácilmente ante la argumentación adversa.

    Ésta es la última respuesta de este hilo que te daré por esta ventana. Si ha lugar (y así lo estimas oportuno), en adelante continuaré por vía privada, ya que, llegados a este grado de profundidad, siento un cierto pudor, pues a partir de ahora me voy a tener que ir desnudando cada vez y la verdad no me apetece airear mis michelines en público. Por otro lado, una ventana sobre técnicas y conceptos estructurales no es el marco más adecuando para abordar las ideas y matices que están saliendo últimamente en el tapete.

    Hablas una vez más de la realidad como algo objetivo, la que uno tiene a su alrededor. Para mí, aún en el caso de que existiera, tal realidad no podría "verse", en todo caso percibiríamos sólo una fracción de la misma que siempre se vería influida por nuestras creencias, prejuicios y presuposiciones.

    Te concedo que mi postura es cómoda pero quizá no sea tan inconsciente como parece, pues no suelo ver tele ni escucho noticias en la radio, lugares que quizá ciertos dirigentes aprovechan para ir moldeando la percepción pura y original que todos llevamos dentro, vendiéndonos problemáticas y asuntos tan feos que nos quitan la paz, como la crisis, y luego hasta parecen hacerse realidad por efecto de profecía autocumplida.

    Cuando se estrella un avión, las noticias te hablan durante varios días de la tragedia, lo cual alimenta el miedo a volar de ciertos fóbicos, al tener la sensación de que se están estrellando aviones todos los días. Sin embargo, no te cuentan los miles de aviones que despegan y aterrizan con éxito cada día. Chomsky y otros ya advirtieron en los setenta sobre este poder de los medios de comunicación para seleccionar y enfatizar la información que se presenta según intereses particulares.

    Hay millones de buenas personas que nunca han cometido ni cometerán un asesinato pero nunca se habla de ellas en las noticias. Sólo se cuenta el crimen, el delito, lo oscuro, y no sólo por intereses, sino porque vende mucho más, aunque sea muchísimo menos frecuente que la bondad, la solidaridad y la cotidiana paz que acompaña cada día a muchas personas de a pie.

    Dicho esto, la percepción de los demás, su visión única y exclusiva, debe ser tenida en cuenta porque puede modificar, cuestionar y perfeccionar esos supuestos y creencias personales que determinan nuestra percepción como individuos supuestamente separados.

    La tuya no deja insensible y lleva a la reflexión seria. De hecho, me han conducido a clarificar enormemente algunas cuestiones claves como por ejemplo el sentido del ilusionismo como vehículo y no como fin en sí mismo, algo que ha cambiado drásticamente mi rumbo dentro de esta maravillosa pasión que es la magia.

    Abrazo.

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  20. Estimado anónimo,

    Siento tener que cortar este hilo pero estamos entrando en una dinámica sofista interminable y estéril que, a pesar de traer vistas al blog (no tantas como por los comentarios de Luis García), no conduce a ningún lado y se hace ya bastante aburrida. Confieso, además, que tampoco me apetece proseguir con este juego sofista. El propósito de este blog es tratar conceptos útiles que puedan mejorar nuestra magia, no el de entrar en una retórica vacía más fruto del ego que de un afán de buscar la verdad.

    Para compensar las molestias, recalcaré a continuación los puntos que sostienes o que se derivar de tus argumentaciones para que queden completamente claros.

    1. Hay que explicarles a los alumnos recién iniciados conceptos ascanianos desde el primer día.

    2. No están bien probar un efecto ante profanos para aprender de sus genuinas reacciones. Sólo hay que probar efectos ante magos.

    3. En todo caso, hay que tener un efecto perfectamente redondeado antes plantearse probarlo en un ambiente de confianza (amigos, familiares y conocidos), si es que ha lugar probarlo en estos ambientes.

    4. Todo profano al que le han hecho un truquito (sobrino, hijo o amigo) automáticamente va a despreciar la magia para siempre, asumiendo que todo lo que la magia le puede dar es lo que le está ofreciendo su sobrino, hijo o amigo recién iniciado.

    5. Una mago de comunión difícilmente tendrá el nivel o la pericia suficiente como para convencer con su primer efecto de que su magia es mucho más que un truco de iniciados o aficionados.

    6. En todo caso, hay que ser un Copperfield para garantizar un impacto ante profanos a los que le han hecho algún juego o truco alguna vez.

    7. La primera vez que se actúe ante profanos tiene que ser directamente en un espectáculo serio, como por ejemplo una comunión contratada, sin haber tenido nunca contacto con la mentalidad profana hasta ese momento.

    8. La estadística probabilística contempla fácilmente que 32 personas hartas de probaturas de magia de sus sobrinos, hijos y amigos se junten en una comunión, coincidiendo además parientes y amigos de esos dos iniciados (suponiendo que no sean hermanos ni primos) que están en esa fase de probatura y experimentación.

    9. La mayoría de los magos funcionan así, sólo probando y haciendo efectos directamente, sin estudiar teoría alguna.

    10. La mayoría de ellos, además, no valora el trabajo y el arte que hay detrás de cada juego.

    Éstas son pues algunas de tus afirmaciones o lo que se deduce de ellas.

    Gracias por el hilo establecido hasta ahora y espero que al menos haya servido de reflexión.

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  21. Querido Mariano

    por mi parte el tema importante está cerrado para siempre.

    por otra parte el tema del ilusionismo también. En el último artículo que tiene Arza, cuando sea capaz de editarlo, verás que doy por liquidada mi última conexión que se dio en llamar magia metafórica.

    Lamento tener que reconocer que me entiendo mejor con el mendigo de mi supermercado, que contigo, lo cual no es mas que un signo mas, entre otros muchos, que ratifica mi visión de la realidad, que ahí está por mas que se niegue.

    Aprovecho para mostrar mi apoyo a las reflexiones del primer anónimo y unirme a las nostalgias de Manu Montes acerca de aquel tiempo irrepetible en el que hablábamos durante horas.

    Que aquel tiempo ya no exista es otra muestra mas de la velocidad con que la realidad involuciona.

    Ojalá volvamos a encontrarnos en algún otro debate. Querrá decir que el hombre del último telediario aun no ha intervenido.

    Felices sueños

    Luis García

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